Culiacán y el limón: caos por narcotráfico | Columna de opinión por Alfredo Brambila.
- Luis Alfredo Brambila Soto
- 21 ene 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 abr 2022
Creemos que los efectos del narcotráfico se reducen a la violencia: levantones y muertos. Ante eso creamos, como dijo Villoro, el recurso de pensar que solo se matan entre ellos, pero sabemos que eso no es cierto y cada vez lo comprobamos más. Lo hemos aprendido con nuestra propia sangre.
Quienes son un poco más conscientes ven que los estragos del narcotráfico no se reducen solo a la violencia. Apuntan en la lista cuestiones como la drogadicción y las cientos y miles de vidas perdidas a causa de esto y familias destrozadas. Y por supuesto, anotan en la lista las afectaciones económicas.
Ejemplos de afectaciones económicas generadas por el narcotráfico son el incremente del precio del limón hasta en un 153% y que hoy Culiacán sea de las ciudades del país más caras para vivir.
En el caso del precio del limón el aumento se debe principalmente a una reducción significativa en la siembra y producción de este. Los estados productores de limón (Colima y Michoacán) además de sufrir los estragos de las heladas, el alza del diésel y la gasolina, han tenido serias complicaciones para distribuir el producto como resultado de las restricciones, las cuotas y las amenazas que les han impuesto los cárteles de la droga.
En el caso de Culiacán, vivir ahí se ha encarecido y hoy es una de las 10 ciudades del país donde la inflación ha registrado más aumento. La inflación es el resultado de la escasez de productos debido a una alta demanda, o dicho de otra forma, a un poder adquisitivo generalizado que está por encima de la capacidad de producción que satisfaga esa demanda.
Las cuantiosas cantidades de dinero que ingresa a nuestra economía producto de las actividades del narcotráfico y que potencializa la capacidad de consumo, sobre todo de quienes están involucrados con esta actividad, es una de las razones de que Culiacán se esté encareciendo tanto.
Esto último, sin duda, contribuye a situaciones como que mi generación cada vez tiene menos condiciones para formar un patrimonio o encontrar trabajos que retribuyan lo suficiente para independizarse del hogar paterno. A pesar de ello un porcentaje significativo de mi generación idolatra y entroniza a quienes se dedican a esta actividad. Vuelven virales sus canciones. No les importa que les estén arrebatando su futuro y las posibilidades de tener una ciudad donde vivir no sea un acto de supervivencia ya sea porque el dinero no alcanza o porque andas huyendo de las balas.
Si nos parece poco lo que el narcotráfico le está haciendo a nuestra ciudad o que su injerencia en nuestra vida es tanta que puede encarecer exponencialmente un producto que consumimos todos los días, consideremos lo que hacen en otros estados del país, como por ejemplo, en Puebla, que se robaron el cadáver de un bebé de una morgue para introducir droga en un penal y luego lo tiraron a la basura.
Si eso hacen con el cuerpo de un bebé imagine que pueden hacer con nosotros. Para que tenga una idea más clara recuerde el 17 de octubre del 2020, el llamado “culiacanazo”.
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