Argentina ''1985'', un recordatorio.
- Luis Alfredo Brambila Soto
- 27 ene 2023
- 2 Min. de lectura

Argentina “1985” es una película –nominada al Óscar como mejor filme internacional- que narra el histórico juicio contra la dictadura militar que ostentó el poder en Argentina hasta 1983. El resultado de ese juicio fueron varias sentencias contra los encargados de las juntas militares, pero destaca la cadena perpetua dictada contra Jorge Videla el ex dictador argentino.
Las razones del enjuiciamiento fueron los crímenes de lesa humanidad que cometieron contra los argentinos. Desaparecieron al menos a 10,000 de ellos, de los cuales, muchos fueron bebes recién nacidos que arrebataron de los brazos de sus madres y hoy están creciendo en las familias de los mismos militares sin saber su verdadero origen e historia.
Violaron, torturaron, asesinaron, reprimieron y como lo dijo Straserra –el fiscal que se convirtió en héroe nacional- sustituyeron la posibilidad de la justicia por el gesto neroniano del pulgar hacia abajo. La posibilidad de vivir o morir ya no dependía de la enfermedad, o del azar o de una decisión propia, sino de la voluntad de su torturador o miembro del ejército que los tuviera entre sus manos.
Esta película ilustra hábilmente lo que fue una realidad de la sociedad argentina en ese momento: su envilecimiento. Asumieron totalmente la narrativa polarizadora ofertada por la dictadura, que promulgaba que todo se trataba de una guerra de buenos contra malos (¿les suena?), que asesinar era por el bien de la patria y todo aquel que estaba contra ellos o se oponía era porque era un guerrillero y enemigo del pueblo (¿no les suena también?)
Argentina 1985 se antoja como un urgente recordatorio. Como aquellos que te avisan que debes tomar tu medicamento del que pende la posibilidad de que estés sano, como aquellos que te recuerdan el cumplimiento de un deber del que depende tu futuro, como esos que te dicen que debes recoger a tu cría en la escuela porque sino su vida corre peligro.
Argentina 1985 es un recordatorio de los caminos por donde no debemos transitar, que son por cierto, son por los que estamos transitando en muchos países de América Latina, caminos plagados de salteadores que pueden arrebatarnos la libertad que hemos conquistado.
Al menos en México hemos permitido la militarización de muchas actividades que deberían corresponder a los civiles empezando por la seguridad. Hemos respaldado a políticos que consiguen su popularidad a base de polarizar y desdeñar las reglas del juego democrático.
Esta es también una señal de alarma, pues las condiciones se están dando para que nuestra realidad nacional pueda en algún momento mutar a la realidad que padecieron los argentinos hijos de la dictadura. Pues las generaciones jóvenes de nuestro país han manifestado su anuencia con que los militares puedan ejercer el poder a cambio de beneficios económicos (la mitad de los adolescentes de secundaria) o que el poder deben ejercerlos políticos fuertes que concentren el poder.
Argentina 1985 nos recuerda que todo tesoro, como lo son la democracia, la justicia y la libertad, necesita de sus guardianes, de voces que no le teman a hablar con la verdad Y sobre todo, que muchos de esos guardianes deben ser los jóvenes, tal como lo fueron el equipo de abogados que junto a Strassera libraron la batalla por la justicia, del olvido contra la memoria y de la vida contra la muerte.
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